Benín, la cuna del vudú, representa la fuerza, el alma, el África ancestral reflejado en sus etnias, es su esencia… es el país de la magia.
Y la mejor manera de sentir esa esencia es acercarse a Ouidah durante el festival anual del vudú y de la mano del Zangbeto, el Guardián de la Noche; atravesar el umbral que separa lo real y lo sobrenatural.
Nada mejor que recorrer los caminos de tierra roja que se pierden en el intenso mar de verdes de la selva, en busca de aldeas perdidas, donde cada año tienen lugar extrañas ceremonias y rituales vudú. Navega por el laberinto de canales de Ganvié, la ciudad sobre el lago, descubre algunos de los misterios del país Holi, siente el ritmo de África en las danzas de máscaras guelede o maravíllate ante el esplendor del antiguo reino de Dahomey.
Y para terminar, disfruta del relax en las paradisíacas playas de Grand Popo.