Deja todo por un momento y haz volar tu imaginación. Sueña que estás en una caravana de camellos, atravesando angostos y escarpados desfiladeros, para llegar a un mar de dunas ondulantes salpicado de oasis y grandes palmerales…
Lo más parecido a ese sueño está a menos de tres horas en avión y son las famosas dunas del Ametlich en el desierto de Mauritania El camino que lleva hasta ellas desde Nouackchott es una sucesión ininterrumpida de dunas, acacias, aldeas, camellos y oasis que conseguirán acortar el trayecto hasta la ciudad de Atar. A pocos kilómetros de Atar, se encuentran los oasis de Terjit y el de Azougui, la antigua capital de los almorávides y, continuando hacia el este, el impresionante paso de Almodjar. Tras él se esconden las ciudades legendarias de Ouadane y Chinguetti, lugares de peregrinación y encuentro de aquellas caravanas que, cargadas de mercancías, unían la ciudad de Oualata con Sijilmasa al otro lado del mar de dunas. Desde la gran duna, que amenaza sepultar la ciudad de Chinguetti, se consigue una vista especial sobre esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, el último lugar en la tierra donde imaginarias encontrar increíbles bibliotecas coránicas. Despertarse escuchando la llamada a la oración y contemplar la llegada de los camellos a los pozos antes de internarse por el Majabat al Koubra, o Desierto de la Gran Travesía, es un espectáculo inolvidable.
A escasas horas de marcha en camello, ocultos entre el mar de dunas, hay palmerales como los de Mhairet, Toungad, Tanouchert y El Meddah o gueltas rodeadas de juncos donde darnos un baño relajante y montar la jaima para pasar la noche.
Por el camino cruzaremos espectaculares desfiladeros, hamadas y dunas, atravesaremos wadis, aldeas bereberes y oasis; veremos pinturas rupestres, llegaremos a lugares tan especiales como Gueb el Richat, el llamado ojo del Sáhara, o míticos como Fort Saganne, el famoso fuerte de la Legión Extranjera.
Es un territorio de una belleza increíble. ¿Vas a dejar que siga siendo solo un sueño o te animas a convertirlo en realidad?