Algunas de muestras rutas mas atractivas se encuentran muy cerca, al otro lado del Mediterraneo, el Bahr el Abied al Mutawasat o «ese mar blanco que hay en medio» -como le llaman por allí-. Un mar que separa dos mundos tan distintos y tan próximos.
Una oportunidad inmejorable para iniciar una gran aventura que nos llevará a lugares tan diferentes como el mar de dunas del Erg Chegaga en Marruecos, el laberinto de rocas de la ciudad perdida de Sefar en Argelia o a los oasis de montaña de chebika en el sur tunecino.
Lugares cargados de belleza y de historia, como así atestiguan las innumerables pinturas rupestres de las rocas del tassili, vestigios de épocas florecientes, los caravansarays de Agdz en plena ruta de las caravanas o los fuertes de las legiones romanas en las dunas del kasar Ghilane, en el antiguo limex, la frontera de lo desconocido.
Historia, gastronomía, lugares de ensueño y unos paisajes impactantes son, tan solo, parte de las sorpresas que nos esperan a lo largo de estas rutas. Es el desierto a las puertas.