09 Jul Marruecos: los secretos escondidos del sur
Hay viajes que contados parecen un déjà vu del anterior, misma ruta, mismos paisajes, más de lo mismo…
Pero la verdad es que vividos son totalmente diferentes, cambian algunos lugares, otros momentos, diferentes amigos…Solo hay algo común a cada viaje, el humor permanente, las risas. Cuando falten, dejaré de llevar gente conmigo.
Los lugares increibles, la aventura, un poquito de vino y un buen guía como yo, estimulan el buen humor, y llevando a gente de Ohio de Manzanares, las risas estan aseguradas.
Suelo además preocuparme en exceso de que la gente coma bien, indispensable para mantener vivo el buen humor. Para éste grupo aposté por una cocina de fusión, de marcado carácter mediterráneo en el que los productos estrella fueron el fuet y el melon, consiguiendo así una dieta equilibrada e innovadora capaz de proporcionar el aporte calórico que requería una aventura de tal envergadura.
Y así día tras día… Vamos, que a lo mejor se me fue de las manos lo del fuet.
En cada viaje descubro sitios nuevos que van aumentando la lista de lugares donde perderme. Me encanta mostrar estos lugares a mis amigos, pero más me gusta descubrirlos con ellos, lugares que desde entonces nos unan y nos pertenezcan para siempre.
Esta vez he descubierto dos sitios bien distintos. Uno de ellos está en la pista de Telouet, antigua ruta de las caravanas hacia Tombuctú. Allí hay unas minas de sal que las prisas por llegar a Ait Ben Haddou siempre me negaban, hasta que decidí pararme…
El segundo sitio lo descubrí por casualidad, en internet. Ví una foto de las cumbres del Jebel Saghro reflejándose entre la bruma sobre el rio Draa y no paré hasta llegar allí.
El lugar se llama Hara y es un paraíso escondido en el corazón del inmenso palmeral que nace en Agdz. Atardecer junto al río, dormirse en la orilla viendo las estrellas o pasear al amanecer por el semiderruido barrio judío, puede hacernos replantear nuestra vida de corbata, horarios, jefe y oficina y preguntarnos por qué coño no lo hemos dejado todo y estamos viviendo ya allí…Peligrosisímo si no se controla, con algo parecido empezamos muchos la vida de perroflauta.
Otros viejos lugares, en los que la ausencia de turistas simpson me ha llevado a hacerme creer que me pertenecen en exclusiva, son el mar de dunas del Erg Chegaga, la ciudad perdida de Bounou o ese horizonte irreal que nos muestra Fata Morgana en la planicie del lago Iriki,
Por esta vez no voy a hablar de esos sentimientos encontrados que me asaltan cuando me alejo de todos y disfruto de la soledad entre las dunas. Es que despues de mis ultimas entradas me han dicho que mis escritos son predecibles: hay dosis de humor, sueños que cumplir, el recuerdo a viejos aventureros, amores lejanos y, si acaso, algún que otro gin tonic.
Ni voy a hablar de gin tonics, quería yo haber hecho un viaje a palo seco, muy sano, ni una cerveza, sólo colacaítos, pero no sé en que momento el asunto también se me fue de las manos.
Reconozco que mis escritos pueden ser predecibles, pero mis viajes os aseguro que no. Me gusta ser flexible, salirme del programa, adaptarme a la situación, meterme en algún lío…eso que algunos podrían llamar improvisación a la mecagoendiez y que yo llamo aventura.
Y de la que siempre se sale tan bien, por que ya sabéis como decimos los paracaidistas portugueses, «a sorte protege a os audaces». Aunque en esta ocasión no quise yo dejarme llevar mucho por la aventura, pues venían en el grupo mi cuñado Eduardo y mi hermana Nuria, que aunque mucho mais madura que yo, siempre será mi hermana pequeña, y hay que cuidarla
Mi hermana llevaba años queriendo hacer un viaje conmigo por algún lugar de Africa, y ahora la he metido el veneno en el cuerpo. Ya me veo con ella recorriendo los oasis perdidos del Ametlich…Estoy encantado, además, así le podrá explicar a mi madre por qué a veces prefiero estar perdido en algún desierto africano, en lugar de saboreando su famosísima paella dominical.
Algún amigo me ha dicho que en mis entradas se intuye que estoy enamorao y que siento mariposas en el estómago y no falta quien dice que mis noches de reflexion en el desierto han hecho que evolucione y se va observando en mí un cierto atisbo de sentimiento pues voy dando mas profundidad a lo que escribo. Así que me siento tentado de romper el embrujo del amanecer en el desierto con el estampido de un sonoro kuesko mañanero, para demostrar que sigo con la misma sensibilidad que un bistec a la plancha bien pasao.
Ya voy terminando que me he vuelto a liar. Espero que os hayan gustado tanto como a mí estos secretos escondidos del sur. hay muchos mas esperando. Es un viaje corto pero con efectos demoledores. Para cuando termina, al atardecer del último día, en la terraza del Dar Kamar, rotos del cansancio y las emociones, acariciados por la suave brisa mientras escuchamos en silencio la llamada a la oracion, sabemos que ya no volveremos a ser los mismos. Ni siquiera yo…
Y me he guardado una sorpresa, otro lugar al que estoy deseando volver, pero eso será con el próximo grupo que se anime a acompañarme.
Os dejo con algunas fotos mas por si a alguno le estuviera o estuviese entrando las ganas de seguirnos.
JL MATE
Publicado a las 09:59h, 09 julioTambién me encantó esta,,,,,ahhhh y no son los paracas portugueses, son los guerris portugueses….que ademas de guerris son paracas….
Besos y abrazos
undiaenlavidadecuchara
Publicado a las 17:24h, 09 julioManos largas, que tal va tu mision? Me alegro mucho que estando lejos de casa, las entradas del blog te hagan pasar un buen rato. Un fuerte abrazo y cuidate. Nos vemos a tu vuelta.
Silvia
Publicado a las 13:03h, 09 julioNuriii, Marinaaa, Eduardo y Vicente, me dirijo a vosotr@s porque sois los que conozco mas, pero ¡qué «pedazaco» de enviaza me da veros por ahí!… y no precisamente por el calor que imagino que a ciertas horas pasaríais, sino por ese «pedazaco» de experiencia — es que no sé que palabreja utilizar para describir lo que me envían vuestras imágenes— que unida a las bellísimas fotos que pone «El Cucharilla» y a las que ya nos tiene habituados, me transportan a esos maravillosos y desconocidos lugares para mí.
¡Enhorabuena!, me encanta ver que la gente hace cosas diferentes y se atreve con experiencias de vida diferentes, eso…, es lo que hace a las personas diferentes… Maravilloso. —por cierto en tu monográfico Nuri estás guapísima con esa cara de alegría y disfrute… Besos a tod@s.
undiaenlavidadecuchara
Publicado a las 17:21h, 09 julioNo te creas Silvia, vaya viaje que me dieron entre los 4…A estos no habia quien les acostara…
MARINA
Publicado a las 07:13h, 11 julioY no volveré a ser la misma… eso está claro… y no lo digo por mi nueva afición al fuet y a beber vino de reserva a morro… ja ja. Un viaje inolvidable que me enseño a valorar y a ver la vida de otra manera. Grandes paisajes, grandes risas, grandes amigos… Como dice el autor de este blog «un viaje corte con efectos demoledores».
Gracias y todos los que quieran viajar a esta zona que cuenten con Desertando!!
Mario
Publicado a las 19:13h, 12 julioPor favor da una pista de la sorpresa que te has guardado una sorpresa!!!
(ese otro lugar al que estas deseando volver).
undiaenlavidadecuchara
Publicado a las 22:10h, 12 juliovas a tener que venirte, o esperar a que vuelva a escribir y os la cuente
jose costa collell
Publicado a las 12:07h, 03 agostoSigues disfrutando de los desiertos, me alegro, recuerda q tienes pendiente el de Gobi, no puede ser q un «simple turistilla» como yo lo haya visitado antes q tu…jajajaja. Lo de un viaje sin cervecitas no se lo cree nadieeeee